En Honduras o Estados Unidos, el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) ha sido durante más de dos décadas un salvavidas para miles de hondureños que hoy se juegan la “última carta” solos ante una Corte de Estados Unidos donde buscan impugnar su cancelación por parte del gobierno de Donald Trump.
-Aunque el TPS ya fue cancelado aun así, el caso no ha muerto. La audiencia del martes podría, en teoría, emitir una orden de injunction preliminar que reactive el TPS mientras se resuelve el fondo, basándose en argumentos de que la decisión de DHS fue «arbitraria y caprichosa».
Los migrantes afrontan este nuevo capítulo solos ya que Honduras no cuenta con un embajador en Estados Unidos.
Con el fin oficial del programa el pasado 8 de septiembre, unas 44 mil familias hondureñas en Estados Unidos viven en la incertidumbre, temiendo deportaciones masivas y la ruptura de vidas tejidas con esfuerzo en tierra ajena.
Este martes 18 de noviembre, un tribunal federal de California podría cambiar el rumbo, o al menos brindar más tiempo a los amparados en este beneficio migratorio para que puedan explorar más alternativas para evitar la deportación y continuar con sus vidas en ese país al que han aportado impuestos por más de dos décadas.