El director de la firma de análisis político y encuestas MACRODATO, Carlos Cálix, advirtió que el caos institucional que atraviesa el país, especialmente en el Consejo Nacional Electoral (CNE), no es casualidad, sino parte de una estrategia deliberada del partido Libertad y Refundación (LIBRE).
Para el especialista Libre busca socavar la democracia hondureña y alinearse con los sectores más radicales de la izquierda latinoamericana, justo a pocos meses de las elecciones generales.
Cálix consideró que la anunciada renuncia de la consejera del CNE, Ana Paola Hall, es un elemento clave en este puzzle político que busca desestabilizar el proceso electoral. “Todo el caos que se ha generado en los últimos años, particularmente en los últimos cuatro meses, apunta claramente a una crisis institucional diseñada. Cada crisis llevada a su punto máximo genera incertidumbre y tiene un impacto directo en la opinión pública, haciendo que muchos ciudadanos comiencen a contemplar la posibilidad de un quiebre del orden democrático”, expresó.
Aunque reconoce que la idea de un colapso democrático aún se maneja como hipótesis, el analista sostuvo que “esas hipótesis se acercan cada vez más a la realidad cuando vemos, semana tras semana, acciones que debilitan la institucionalidad sin ningún tipo de consecuencia legal ni freno político”.
En ese contexto, criticó duramente el manejo del caso de Ana Paola Hall, al señalar que su posible salida del órgano electoral responde más a cálculos políticos que a razones jurídicas. “El acuerdo sobre su salida pasará por un pacto político. La ley, como de costumbre, es interpretada según las conveniencias del momento”, añadió.
El director de MACRODATO lamentó que no existan organismos fiscalizadores independientes y transparentes que puedan detener estos retrocesos. “Los que deberían frenar las constantes violaciones a la Constitución y a la normativa electoral terminan cediendo, y eso se debe a la falta de institucionalidad real. Aquí las leyes se aplican según el beneficio político del momento”.
Cálix comparó lo que sucede en Honduras con un guión ya conocido en otros países de la región. “La receta de la izquierda latinoamericana es la misma, solo cambian los condimentos. Y en Honduras, ya nos han servido casi todo el plato. Solo faltan un par de ingredientes para que se cumpla por completo”, advirtió.