La Secretaría de Bestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) declaró una alerta verde (preventiva) en todo el territorio nacional de Honduras, válida por un período de 72 horas, a partir de las 6:00 de la tarde de este miércoles 16 de octubre debido a las lluvias intensas que se esperan, generadas por un sistema de baja presión cercano al Cabo de Gracias a Dios.
De acuerdo con el Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), el sistema de baja presión está provocando lluvias y chubascos acompañados de actividad eléctrica en gran parte del país.
En ese sentido, los sectores montañosos del norte, centro y oriente de Honduras se verán especialmente afectados, con acumulados de lluvia que podrían ser significativos.
Recomendaciones de prevención
Ante esta situación, en el contexto de la alerta verde, Copeco hizo el llamado a las autoridades municipales, incluyendo a Codem y Codeles, a mantener una vigilancia constante sobre posibles amenazas que puedan afectar a la población, particularmente en áreas vulnerables.
Al respecto, se recomendó a los ciudadanos que residen cerca de ríos y en zonas propensas a deslizamientos y otras emergencias tomar medidas preventivas:
- Evacuación: A quienes viven en áreas vulnerables se les aconseja evacuar a lugares seguros si es posible.
- Precauciones con Ríos: Se debe evitar cruzar vados, ríos, quebradas y riachuelos que hayan aumentado su caudal como consecuencia de las lluvias.
- Mantenimiento Preventivo: Se aconsejó continuar con las labores de aseguramiento de techos y la limpieza de cunetas, tragantes y desagües para prevenir inundaciones urbanas.
Proyección del Centro Nacional de Huracanes
Por su parte, el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) señaló en su portal oficial que las lluvias y tormentas eléctricas en el suroeste del Mar Caribe están asociadas con el área de baja presión, como lo citó Copeco.
Dado esto, existe la posibilidad de que se produzca un desarrollo gradual en los próximos días si el sistema permanece sobre el agua y se desplaza lentamente hacia el noroeste, en dirección a América Central.
Por tanto, se estima que la probabilidad de formación del fenómeno climatológico en 48 horas es baja, con un 20%, y la misma probabilidad se mantiene en siete días.
