Honduras entra a la recta final de sus elecciones generales del 30 de noviembre, en un proceso en el que los candidatos de los tres partidos mayoritarios se han dedicado más a desacreditarse, que a presentar propuestas a la población.
La presidencia del país la disputarán Rixi Moncada, del gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre); Nasry Asfura, del Partido Nacional, primera fuerza de oposición en el Parlamento, y Salvador Nasralla, del Partido Liberal.
En la contienda también participarán Nelson Ávila, del Partido Innovación y Unidad-Socialdemócrata, y Mario Rivera, del Partido Demócrata Cristiano de Honduras, ambos minoritarios.
De los diez millones de habitantes que tiene Honduras, más de seis millones podrán ejercer el sufragio y, conquistar su voto, será la tarea que tendrán los principales candidatos en la campaña electoral que oficialmente se iniciará este lunes, 1 de septiembre.
Desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 al entonces presidente, Manuel Zelaya, el país ha venido en un cadena de crisis políticas como la de 2017, cuando Juan Orlando fue reelegido pese a que la Constitución de la República no lo permite bajo ninguna modalidad, y la surgida este año durante el proceso de las elecciones primarias e internas que se celebraron el pasado 9 de marzo, previas a las de noviembre.